Después de varios intentos por conocer in situ la realidad de los grupos de laicos claretianos que hay en diferentes países de África ¡por fin nos hemos podido hacer presentes en Camerún!

Del día 29 de junio al 2 de julio, el P. Manolo Tamargo y yo hemos participado en la III Asamblea Nacional de los Laicos Claretianos de Camerún que se ha celebrado en Akono, cerca de Yaoundé. Ha sido una visita preparada en coordinación con su asesor, el P. Octave Soh, para conocer su realidad y ver cómo hacer posible que se vayan integrando en el Movimiento.

Participaron en la Asamblea unas 120 personas de unos 10 grupos diferentes. Algunos de estos grupos llevan muchos años profundizando en el carisma de S. Antonio Mª Claret y la identidad del seglar claretiano, aunque sin estar vinculados al Movimiento. Otros grupos llevan menos tiempo de camino, pero muestran un gran entusiasmo por conocer más a fondo este carisma.

En un momento del encuentro tuvimos la oportunidad de hacer una presentación de la realidad actual del Movimiento para darles a conocer más a fondo quienes somos los Seglares Claretianos y cómo vivimos nuestra pertenencia al Movimiento, con el objetivo de ayudarles a discernir sobre su adhesión al mismo. Por el diálogo que hubo a continuación se puede decir que hay interés en formar parte del Movimiento y que hay grupos que en breve solicitarán su entrada.

Otra de las tareas que tenían programadas era la elección de su nuevo comité nacional, o lo que nosotros llamaríamos el Consejo Regional. Hemos aprovechado para explicarles el funcionamiento y la organización del Movimiento con la forma de designar a cada cargo, pero se han comprometido a estudiarlo y considerarlo.

Pero sin duda lo que han marcado estos tres días en Camerún han sido las celebraciones eucarísticas, vibrantes, llenas de vida, alegría, con un protagonismo importante de la palabra pero también de la música, el canto y el baile. Una forma preciosa de hacer presente a Dios y darle gracias por lo que la vida nos da. Una alegría contagiosa, vivida desde la sencillez pero dejando constancia de la importancia de lo que se celebra en cada momento, cada parte de la eucaristía con su ritual específico lleno de simbolismo. Y unido a ello, la apariencia externa, la vestimenta, demostrando también con este aspecto, que para ponerse en presencia de Dios, hay que cuidarlo todo y darle lo mejor de cada persona en todos sus aspectos.

Para mí era la primera visita a un país africano y la experiencia ha sido tremendamente rica y motivadora, no sólo porque hemos podido cumplir nuestro objetivo de acercar el Movimiento a países donde por las diferencias culturales y de idioma no llegamos a estar muy presentes, sino por haber sido testigos de su forma de vivir la fe, de la alegría que transmiten y de su ilusión por vivir y cuidar el carisma del Laico Claretiano, como ellos dicen. Todo ello acompañado por una gran acogida y un cuidado exquisito para que estemos a gusto, agasajándonos en todo lo que han podido, incluso vistiéndonos con la vestiduras típicas del país, que nos han ofrecido como regalo. Estas fotos reflejan un poco de todo lo vivido esos días.

Termino pidiendo a Dios que les cuide, les guarde y les conserve su alegría y dinamismo para que lo puedan seguir contagiando a toda persona que les visite y quiera compartir con los laicos de Camerún su vida en el sentido más profundo.

Un cordial saludo.

Bernardeta Arbaiza (Secretaria General MSC)