Ha quedado electa la madre María Cibrián Contreras, Misionera Cordimariana, como Superiora General para el sexenio 2018-2024, como resultado de los trabajos y oraciones del XIV Capítulo General «MCM Revitalizadas desde el Evangelio y Carisma» Con María salimos al encuentro de la Vida. Este periodo será de un tiempo de revitalizarnos como personas, misioneras y en nuestras obras, proyecto que las capitulares han concretado desde el trabajo de todas las Misioneras Cordimarianas. Después de la elección y aceptación de la madre Cibrián Contreras, todas las capitulares le dieron la bienvenida con un abrazo y manifestando su sentir. Ya a la salida de la sala, se esperaba a la nueva Superiora General con cuetes y un collar de flores, todas las hermanas se dirigieron a la capilla para dar Gracias a Dios.
Con un ceremonial litúrgico, sencillo y alegre que las comisiones prepararon con mucho amor se dio la bienvenida a la nueva superiora. Madre Bertha Pérez Valadez superiora saliente, entregó con palabras sencillas y sentidas a «la congregación, con cada una de las hermanas», dando como las constituciones como símbolo de la Obrita Cordimariana.
Con la danza xochipiltzahuatl, originaria de Morelos, las capitulares y hermanas de comisiones agradecieron la elección de la Superiora General y le dieron la bienvenida. Dicha danza incluía un baston de mando que se le dio a la madre María Cibrián que contenía listones de colores que representaban cada una de las comunidades de la Congregación. Cada capitular tomó un listón y juntas, a ritmo de la danza los entrelazaron, al centro junto a la Superiora estaban las imágenes de nuestros fundadores, Julián y Carmelita, y el Inmaculado Corazón de María, sostenidos por algunas de las hermanas y el sacerdote. Alrededor en manos de otras Cordimarianas se hizo presente los documentos de la congregación, así como una candela con flores (símbolo de la alegría y de que algo nuevo está naciendo) y el copán.
El ceremonial concluyó con un «gracias y oren mucho por mi» de María Cibrián Superiora General, el aplauso de las presentes y el canto del Himno al Corazón de María.