El pasado 15 de agosto celebramos la solemnidad de la Asunción de María. Con Ella, con Nuestra Señora, vivimos momentos de especial trascendencia para nuestro Instituto, momentos que señalan los “pasos” de quienes hemos recibido el don de llamarnos y ser Hijas de su Corazón Inmaculado.
En el marco de nuestras habituales jornadas veraniegas de formación permanente, celebradas este año en la casa de Espiritualidad Fuente nueva de El Escorial, Madrid, seis hermanas nuestras, cinco de España –Luisa Azor, María Piedad Amigo, Adriana Martínez, Ana Lourdes Alvarez y María Armas– y una de Perú –Mary Manuela Siles– renovaron su Consagración y Rosario Ruiz, de México, comenzó el período de Formación.
Celebró la Eucaristía nuestro hermano, el P. José Cristo Rey García Paredes, cmf, con quien concelebró el P. Abel Pino Abadía, cmf, circunstancialmente presente en Madrid.
Como siempre, fue una ocasión inmejorable para que todos los participantes actualizáramos y renováramos, con el corazón, la propia entrega al Señor de la Vida dando gracias por el incomparable regalo de esta vocación que compartimos. Las palabras de la homilía del P. José Cristo Rey, encontraron un profundo eco en cada una, alentando sueños y apremiándonos a convertirlos en vida.