Las reflexiones sobre las 14 estaciones de la Cruz, utilizadas durante la Vía Crucis de los Jóvenes en Panamá el viernes 25 de enero de 2019, se basaron en las diferentes realidades de la juventud y la Iglesia: los pobres, las vocaciones, el ecumenismo, los pueblos indígenas, la ecología, los refugiados y migrantes, la esperanza, la violencia contra las mujeres, los derechos humanos, la corrupción, la maternidad, el terrorismo, el aborto.
Durante el discurso del Papa Francisco, dirigiéndose a Dios Padre, dijo que el camino de la cruz de Jesús continúa hoy. El sufrimiento de Jesús continúa y se refleja en los rostros de tantas personas que sufren en el mundo de hoy: bebés por nacer, niños desfavorecidos, mujeres maltratadas, jóvenes desempleadas, ancianos abandonados, pueblos indígenas ignorados, todos los que son explotados, silenciados, maltratados, rechazados , descartados, traficados, privados tanto de la vida presente como futura. Dijo que el camino de la cruz del Hijo de Dios se prolonga en una sociedad que ha perdido la capacidad de llorar y de ser movida por el sufrimiento.
El Papa Francisco animó a todos a mirar a María, una mujer fuerte. Aprendamos de Ella a permanecer debajo de la cruz, con determinación y coraje. En María aprendemos a decir ‘Sí’ a aquellos que se han negado a permanecer en silencio frente a una cultura de maltrato y abuso; sí, a la tenaz resistencia de aquellos que están listos para comenzar de nuevo en situaciones en las que todo parece estar perdido. (…). De María aprendemos a pararnos debajo de la Cruz con corazones que sienten ternura y devoción, que muestran misericordia y tratan a los demás con respeto, sensibilidad y comprensión. El papa Francisco continuó con su oración por todos.
“Señor, enséñanos a estar de pie, al pie de la cruz, al pie de cada cruz. Abre nuestros ojos y nuestro corazón esta noche y rescátanos de la parálisis y la incertidumbre, del miedo y la desesperación. Enséñanos a decir: Aquí estoy junto a tu Hijo, junto a María y todos los discípulos queridos que desean recibir tu Reino en su corazón”.